- 500 gramos de zanahoria rallada
- 400 gramos de azúcar (u otro edulcorante diferente)
- El zumo y la ralladura de 1 naranja
- El zumo y la ralladura de 1 limón
- 4 vainas de cardamomo, machacadas
- 500 ml de agua
- 3 rodajas de jengibre fresco (opcional)
. La noche antes (o por lo menos 6 horas antes), lava y ralla finamente la zanahoria y la piel de la naranja y del limón. Ponlo todo en una cazuela junto con el azúcar, el zumo de naranja y de limón, y las vainas de cardamomo machacadas.
Al día siguiente vierte encima el agua y añade el jengibre. Ponlo a calentar a fuego alto, y cuando llegue a ebullición reduce la temperatura para que siga cociendo a fuego lento durante 1 hora, con la tapa puesta.
Si después de ese tiempo todavía hay mucho líquido en la cazuela, déjalo que siga cociendo a fuego lento sin la tapa unos minutos más, hasta que espese y tenga la consistencia de un jarabe.
Retira la cazuela del fuego y deja que repose unos pocos minutos. Llena los tarros con la mermelada y, estando aún caliente, tápalos con la tapa para que se cierren herméticamente.
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