Un solomillo troceado en rodajas
cebolla dulce y cebolleta
2 ajos
zanahoria cortada en daditos pequeñitos
tomate frito
robellones (puede sustituirse por champiñones u otras setas)
Vino blanco
sal, pimienta
harina
Aceite de oliva virgen
hierbas aromáticas picadas (romero, orégano, ...)
Salpimentamos los medallones de solomillo y los sellamos en una sartén con aceite de oliva virgen con los ajos.
Los apartamos en un plato. En ese aceite se añade la cebolla y cebolleta picadas muy pequeñas. Cuando están doraditas añadimos la zanahoria y le damos unas vueltas. Ponemos el tomate frito y las hierbas. Rehogamos un poco, añadimos una cucharadita de harina y removemos un poco. Echamos un chorreón de vino blanco y dejamos reducir. Añadimos medio vasito de agua (depende de la cantidad de salsa que necesitemos para cubrir el solomillo). Damos un hervor y añadimos los medallones. Lo dejamos unos minutos y apagamos.
Aparte rehogamos los robellones troceados en una sartén con unos ajitos y aceite de oliva.
Cuando estén emplatamos el solomillo y ponemos los robellones (o champiñón) como acompañamiento
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